Manera de tocar la quena - 2

De la mano de la extraordinaria aportación recibida del quenista Rafa Baena, de Barcelona, integrante de los grupos Cochamay y Kawsariy, y colaborador con el grupo Conosur y volviendo a los temas tratados en el apartado “Manera de tocar la quena”, Antonio Pantoja, en “MÉTODO PARA QUENA”, escrito con la colaboración de Norberto Folino, Pulicaciones Musicales “Tempo”. Buenos Aires 1976 (Primera Edición: 1962), nos define nuestro instrumento como: “La quena (kena, kjena, khoana, kkena o quenaquena) pertenece al orden de los aerófonos y se construye con un trozo de caña de nudos separados. El sonido se regula por medio de siete agujeros: uno en el extremo inferior, cinco en su parte anterior y uno en su parte posterior. Sin embargo, hay quenas de cuatro hasta ocho agujeros, pero todas responden al principio de la equidistancia de los agujeros. La embocadura y la abertura inferior delimitan el cuerpo de resonancia. La embocadura tiene una ranura y ésta un filo que rebaja el grosor de la columna de aire productora del sonido. El agujero posterior está colocado justo en la mitad del cuerpo de resonancia.”.

Volvemos a encontrarnos, en Argentina, en 1.962, con una quena de cinco agujeros en su cara anterior, como señalábamos respecto a la quena de Carlos Clavijo, en 1.953 y como apuntaba Arnoldo Pintos en 1.992 en cuanto a la convivencia de quenas de cinco y seis agujeros en su cara anterior, señalando el origen boliviano de las primeras, y peruano de las segundas.

A este respecto, Pantoja dice: “En la necesidad de recomendar al alumno el instrumento más perfecto entre los que están a su alcance en el comercio musical, nos hemos decidido por la denominada quena peruana, diferenciada de la quena boliviana en la existencia de un nuevo agujero colocado en la parte anterior, debajo del agujero correspondiente a la nota Si. Este nuevo agujero -cuyo diámetro varía según los fabricantes-, no corresponde a ningún sonido de la escala musical. No debe ser tapado en ningún momento y durante la ejecución no cumple función alguna. Afirman los mejores instrumentistas de la quena que este recurso de la quena peruana en el que le otorga su timbre tan peculiar, triste hasta ser patético.”. Hay que aclarar que Pantoja denomina los agujeros por la nota que producen al destaparse, o sea, que “el agujero correspondiente a la nota Si”, sería el quinto agujero de la cara anterior, contando desde la embocadura. Por debajo de ese (quinto) agujero aparece el (sexto) agujero, distintivo de la quena peruana, que, tanto para Pantoja como para Pintos “no tiene función”, al contrario de lo señalado por Alejandro Vivanco y expuesto en el anterior capítulo de este mismo tema. “Al requerir en comercio el alumno su instrumento, deberá solicitarlo afinado en La. Esto significa que todos los agujeros tapados (menos el de la abertura inferior y el agregado debajo la nota Si) deben producir la nota La de 870 vibraciones por segundo.”.

La colocación de las manos es idéntica a la señalada por Arnoldo Pintos y a la que hicimos alusión en el capítulo anterior, es decir, mano izquierda arriba para tapar dos agujeros anteriores y mano derecha abajo para tapar tres agujeros.

La quena de Pantoja es de una longitud aproximada de 35 centímetros y un diámetro interno de 18 milímetros, con seis agujeros equidistantes en su cara anterior, siendo el último sin función. La equidistancia de los agujeros lleva aparejada según nos cuenta Pantoja, la equidistancia tonal de todas sus notas, formando la llamada escala quenística, distinta de la escala diatónica europea, de tal modo, que dividiendo las 53 comas que constituyen la escala musical entre las siete notas, obtenemos el resultado de 7,67 comas como distancia entre nota y nota. Sin embargo, la escala europea utiliza 9 comas entre nota y nota, excepto de Mi a Fa y de Si a Do, donde sus distancias se definen por 4 comas. Por lo tanto: “Debe tenerse en cuenta que en este Método, en todo momento, la entonación a cada nota (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si), es la que corresponde a la escala musical quenística, o sea, la que produce el instrumento musical quena, según las indicaciones con respecto a su ejecución que daremos más adelante. Todos los ejercicios y melodías de este Método están escritos para quena y no pueden ser leidos en instrumentos europeos sin tergiversar la entonación. A su vez, el estudiante del instrumento deberá abstenerse de intentar leer con la quena la música escrita para otros instrumentos. En principio, la quena es el instrumento natural de la música incaica, sin mezcla de influencia tonal europea. Su línea melódica no admite acompañamientos fuera de la percusión (caja, bombo, tambor, etc.). En consecuencia, le están vedadas, técnicamente, las especies folklóricas criollas nacidas después de la colonización europea de las razas americanas (zamba, gato, chacarera, etc.).”.

En cuanto a la producción del sonido citamos literalmente a Antonio Pantoja:

La quena producirá sonido al introducirse aire en su cuerpo de resonancia. El sonido está condicionado, en la quena, al exacto cumplimiento de las siguientes instrucciones:

EMBOCADURA: El extremo superior del instrumento se acerca al labio inferior y se apoya firmemente en él, buscando la “embocadura” natural del ejecutante en la carnosidad del labio, de manera que permita ajustar perfectamente el borde del instrumento a la piel, sin que se permita la pérdida de aire. El hábito de la ejecución perfeccionará esta embocadura primigenia, incluso adaptando anatómicamente el labio inferior. Los labios están estirados en el sentido de las comisuras de la boca, en un rictus semejante a una sonrisa. La ranura del borde superior de la quena está ubicada justo entre el labio superior y el inferior. El mentón esta sacado bien adelante. Los labios permanecen cerrados.

AIRE: Los pulmones, llenos de aire, expelerán el mismo lentamente, con ayuda del diafragma. El instrumentista está dotado de un determinado volumen de aire en sus pulmones, y debe hacerlo durar lo más posible, para que la respiración no perjudique la ejecución y la afinación. El aire necesario para hacer vibrar la columna de aire dentro del cuerpo de resonancia, es mínino en la nota La. El alumno tratará de dominar el impulso natural de expeler todo el aire de los pulmones con alguna violencia, en conciencia de que en ello va el logro del sonido.

POSICION DE LA LENGUA: La lengua cumple una función principalísima en la obtención del sonido. Ella se mueve en la misma forma que lo haría si tuviese que arrojar un objeto extraño de su punta. El movimiento de la lengua puede describirse gráficamente diciendo que es igual, al hábito de los fumadores, al arrojar hebras de tabaco. A este movimiento lo llamamos pique. Después del pique, los labios quedan entreabiertos, expeliendo el aire. La lengua se retrae un poco, prolongándose el sonido. En la emisión del aire que sigue al pique, el labio superior no debe sobresalir, porque si así lo hace, tapa la ranura e impide el sonido
.”.

Antonio Pantoja, defensor, como hemos visto, a ultranza, de la quena de escala musical propia, fue testigo, con tristeza, de los atisbos de una “evolución” del instrumento hacia lo que hoy conocemos como “quena” y que se atrevió a vaticinar con estas palabras:

El constante prurito de imitación de los aerófonos europeos -muy lógico, por cierto-, hace que los quenistas profesionales busquen en la quena las escalas diatónicas. Asimismo, un enorme porcentaje de la música de recreación, folklórica, está escrita, hoy en día, en escalas europeas, y esto influye muy especialmente en los quenistas, que extraen estas escalas extrañas al instrumento mediante recursos-sistemas-, propios. Por otra parte, se encuentran en el comercio quenas afinadas en fundamentales distintas (muy comúnmente una tercera inferior o superior), lo que demuestra que el proceso evolutivo del instrumento está dirigido hacia una afinación netamente europea. Nos es fácil vaticinar que en un futuro cercano, el diámetro de los agujeros y la distancia como éstos están colocados en el instrumento, variarán para producir la escala diatónica, para quedar finalmente reducida la calidad de la quena al material y forma en qué y cómo está construida, más que en su original escala musical de tonos iguales.”.

Pero finalizamos, de momento, este tema, citando a Arnoldo Pintos, quien señalaba que: “Con el tiempo, entre los luthiers afincados en Buenos Aires –Enrique Vannini en primer término- se generaliza un tipo intermedio de quena que, además del orificio de la cara posterior presente en todos los modelos, muestra en su cara anterior los cinco orificios de la quena boliviana más el sexto de la quena peruana de tamaño un poco más pequeño.”. Con este texto de Pintos enlazamos con un capítulo conexo al presente, como es el tema de los luthieres, entre ellos, Enrique Vannini.

¡Muchísimas gracias, Rafa!.