Himno al Sol



Oh! hermosa estrella que alumbras
sobre todos tus hijos,
vives en tu esplendor.
Oh hermoso lucero resplandeciente,
eres Dios sobre todos tus hijos.



Raoul y Marguerite D'Harcourt: "Este canto nos fue transmitido por un religioso francés del Callao, que lo obtuvo de Daniel Alomía Robles, quien lo hizo ejecutar por los niños de un patronato para una audición en Lima.

Robles lo intituló "Himno al Sol" de acuerdo a las palabras del texto. Este himno habría sido ejecutado por un grupo de indios que lo cantan al unísono en las montañas de la región de Huánuco, elevando en secreto una plegaria al Dios Sol. Su interés musical y su valor expresivo nos incitaron a hacerlo conocer, pero deslindando enteramente nuestra responsabilidad en cuanto a su notación.

Comienza en el registro grave mediante exclamaciones repetidas de loas, para luego elevarse la frase musical, poco a poco, hasta alcanzar gran amplitud. La segunda parte del canto repite la exclamación en el registro grave, en cuartas ascendentes, como al comienzo; éstas regresarán al final, para concluir. La música, luego de alcanzar el paroxismo, tiende a disminuir, a apagarse. Esta monodia nos parece muy civilizada y compuesta según el proceso a que nos tiene acostumbrados nuestra concepción moderna: una "célula", como diría el maestro d'Indy, que se irradia con insistencias expresivas en fórmulas similares, y llamados de ideas más voluntarias que en las monodias indígenas anotadas por nosotros ... El ritmo también nos desorienta. Obligados a seguir el desarrollo musical, los versos, contrariamente a lo que generalmente ocurre, están en cantidades totalmente irregulares, y las respiraciones muy difíciles para el cantante.".