Delirio - Yaraví de Mariano Melgar



Raoul y Marguerite D'Harcourt: "El texto de este yaraví, muy popular en la región de Arequipa, tiene por autor a Melgar. Este poeta peruano, como ya dijimos*, escribía, a comienzos del siglo XIX, pequeñas piezas llamadas Yaravíes, que eran cantadas, pero únicamente la versión musical de Delirio nos ha llegado. Pensamos que los versos debieron ser adaptados en la época del poeta a un antiguo canto, cuyo ritmo y forma pudieron modificarse, europeizarse con el tiempo. Tal como lo presentamos, mantiene un acento apasionado y una cierta nobleza, donde se trasluce un poco el énfasis criollo.".

Dime mi bien hasta cuándo,
Ay! mi dueño,
He de tener que agotar
Mi sufrimiento,
Sin darme consuelo,
Sin darme esperanza,
Sin poder llamarte mía
En algún tiempo!.

Aún la nieve se deshace,
Ay! mi dueño,
Cuando el sol le comunica
Su calor lento,
De mi amor la llama
Ese vivo incendio,
¡Cómo abrasar no ha podido
Su helado pecho!.

Si una sola gota labra,
Ay! mi dueño,
A un pedernal, cuando cae
Siempre en su puesto,
Mi continuo llanto,
Ese llanto eterno,
¡Cómo labrar no ha podido
Tu duro pecho!.

Yo nunca te he sido infiel,
Ay! mi dueño,
Y no hallarás quién te quiera
Con tal extremo.
Siempre te he querido,
Nunca tuve premio,
Y recibí, por fineza,
Tu menosprecio.

* Melgar, joven patriota y poeta de Arequipa, caído a los veintitrés años bajo las balas españolas, al comienzo de la guerra que debió dar la independencia a su país (1814), compuso una serie de poemas elegíacos, con el nombre de yaravíes. Ahí lloró sus amores desdichados, denunciando al mundo la ingratitud de Silvia, su novia, quejándose amargamente de su suerte.

Los D'Harcourt ponen en duda que Melgar fuese el autor de esta melodía, a pesar de la atribución que en ese sentido hace Alomía Robles. "Nos parece más probable que el poeta, o alguno de sus amigos, se haya servido de una vieja copla para acompañar los nuevos versos, lo que explicaría en Delirio la supervivencia intacta de la gama pentatónica (no estudiada) con sus cadencias indias, junto a una forma y a ritmos más civilizados.".

El trabajo de los D'Harcourt tenía como fin encontrar supervivencias de la música incaica en el Perú que ellos conocieron, quizás por eso sólo se detienen en esbozar un breve apunte con sus dudas. En este caso, y en muchos otros, el pentatonismo, que desvela "la mayoría" de quenas y zampoñas encontradas en las excavaciones peruanas, y su casi nulo uso en España, les permite distinguir entre melodías puras y mestizas.

A continuación agregamos el transporte a La menor.