El canto de la cuculí

Incluido en el primer disco del grupo chileno Quilapayún (1966). El título de la obra nos remite a una especie de paloma, de tórtola, cuyo nombre científico es "Zenaida meloda" y cuyo canto no hemos podido escuchar a pesar de haberlo buscado con cierta perseverancia, pero conociendo el canto o ruido de las palomas, de la tórtola y de la Zenaida asiática, los indicios no pueden más que dejarnos entrever el canto del ave escondido en esta melodía, no sin buena dosis de imaginación.

Escuchando la versión original, presumiblemente interpretada en la quena por el propio Eduardo Carrasco, lo que a primera vista puede parecer una versión hasta cierto punto rústica, se torna ciertamente estudiada en los distintos juegos de ataques y golpes de lengua. El único adorno utilizado es el mordente sobre el MI agudo, y una cierta apoyatura, también cayendo desde el FA sostenido hacia el MI agudo que hemos transcrito como simple semicorchea.

Hay que hacer notar la ausencia de trinos, probablemente porque la paloma no trina como el jilguero, pero ésto no deja de ser una elucubración sin fundamento sólido.

En cuanto a golpes de lengua y articulaciones tenemos el picado normal, el ligado, el picado destacado (ojo: no es el stacatto), que se representa con un punto sobre la nota, y el picado-ligado, que se representa en este caso con un punto sobre cada cada una de las notas que se articulan así y que, a su vez, están comprendidas dentro de una ligadura. El golpe de lengua correspondiente al picado-ligado sería como pronunciando la sílaba "du", prolongando además el sonido en toda la duración que representa la figura musical empleada.

Aquí dejamos, pues, la partitura, sin marcas de repetición, a falta de completar la documentación sobre este tema.